miércoles, 2 de febrero de 2011

Aventura en el supermercado El Montón

Esta mañana era un día normal en un supermercado de la esquina de mi casa llamado El montón. Entró un hombre muy bajito y de mal carácter conocido como el Cascarrabias. Llevaba una larga lista para hacer la compra.

Estaba el reponedor poniéndoles los precios a los productos latinos. Era un muchacho tonto al que le decían Gafotas porque no veía un pimiento sin ellas. Era alto, con una narizota y se peinaba con una especie de tupé.

El Cascarrabias estaba tan entretenido haciendo la compra. El Gafotas se distrajo al ver a una muchacha que tenía una piernas de escándalo y le pegó una pegatina en la espalda al señor.

El Cascarrabias estaba eligiendo un producto congelado procedente de Colombia.

Entonces llegó una mujer supergorda más conocida como la Gordis y se puso detrás del Cascarrabias mirando un producto congelado. De pronto se fijó en la etiqueta que le había puesto en la espalda el Gafotas.

Como la Gordis vio que el Cascarrabias costaba muy poco, lo cogió de donde pudo y, cuando lo iba a pasar por la caja, empezaron a decir lo siguiente:

-Déjeme, vieja chuchuleca.

-Pero démelo, señora, para pasarlo por la cinta -rogó la cajera.

-Es que este señor bajito no se queda quieto ni durmiendo.

-Yo no soy un producto del supermercado para que me quieras pasar por la cinta -gritó el Cascarrabias.

-No sé ni quién eres viejo, pero yo no te voy a soltar hasta que llamen a un policía.

-Bueno, vamos arreglar esto mas fácilmente, voy a llamar un policía.

Cuando llegaron los policías dijeron:

-Este no es un producto. Este es el jefe del supermercado y estaba haciendo la compra semanal.

-Perdone, yo pensaba que era un producto.

-Por lo tanto tiene usted una multa.

Cuando el jefe se dio cuenta echó al Gafotas.

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